Sensaciones físicas
Durante la sesión puedes experimentar una sensación de relajación profunda. Esta sensación es parte del proceso de recibir la energía de Reiki. Reiki es amor puro, canalizado hacia ti. Tu ser recibe esa energía a todo los niveles, tanto físico y mental, como emocional y espiritual. Pero, eso no es todo. La sensación es también el resultado de lo que está pasando dentro de ti. Todo tu ser se está equilibrando y sanando, aunque al principio lo único que notes es esa sensación de relajación.
Sensaciones mentales y emocionales
También es posible que te vengan imágenes y pensamientos “extraños”. Puede ocurrirte después de la sesión e incluso en sueños. No los descartes, son una parte importante del proceso. Toda enfermedad tiene su origen en un “bloqueo” energético. Estos bloqueos suelen ser el resultado de un estado emocional. Reiki, cuando sana, “suelta” esos bloqueos, de forma que las imágenes y pensamientos suelen estar relacionados con el bloqueo que se está liberando.
Si quieres tomar nota de las cosas que te vienen a la mente, durante y después de la sesión, puedes hacerlo para comentarlas antes de la siguiente sesión.
El proceso es gradual
Siempre hay que tener presente que Reiki trabaja las causas de una dolencia, entrando en los niveles mas profundos de nuestro ser. Es la única manera de poder encontrar una solución definitiva y permanente a nuestra aflicción. A veces, esas causas llevan varios años “acumulándose” en nuestro interior, por tanto, es de esperar que no se solucionen de un día para otro.
A veces el problema reside en que estamos acostumbrados a “soluciones parche” como fármacos que aparentan una mejoría “instantánea”. De esa forma nos parece que nuestros problemas se pueden
solucionar en un instante, sin ningún esfuerzo por nuestra parte. Podemos creer que nuestros males desaparecen de forma temporal, pero si la causa sigue ahí, no tardaran en manifestarse de nuevo.
Este aspecto de una dolencia se aplica tanto a enfermedades físicas como mentales. Una enfermedad física es la manifestación de un desequilibrio en nuestro ser. Reiki trabaja de tres formas. Primero, alivia los síntomas. Segundo, reduce o elimina la enfermedad en sí. Tercero, libera el bloqueo que causó la enfermedad. Para que Reiki sea realmente efectivo, tiene que seguir el proceso completo.
La duración del proceso
Reiki se aplica en tratamientos de 4 sesiones. Esto se hace porque los ciclos de los cambios y mejoras se suelen notar en cada última sesión del tratamiento. No obstante, eso no significa que el proceso esté completo al terminar el tratamiento. Cada persona es diferente, por lo cual la capacidad de sanarse varía. De la misma manera que dos personas reaccionan de diferentes formas a la misma enfermedad, esas personas reaccionarán de diferentes formas a un tratamiento de Reiki.
Empeoramiento de los síntomas
A veces, puede ser que tus síntomas empeoren después de una sesión. Aunque parezca extraño, lo consideramos una buena señal. La razón es que la energía que tenías “bajo la superficie” que causaba tu malestar está siendo liberada y como consecuencia, los síntomas de esa energía se manifiestan.
Después del empeoramiento, notarás una mejoría en tu estado general y te sentirás mejor que antes del empeoramiento. (ver “Proceso de Purificación”).
El miedo a mejorar
Reiki no depende de nuestras creencias. No necesitamos “creer” que funciona. Esto se ha demostrado cuando se da Reiki a niños, animales y plantas. Ellos mejoran, aunque no entienden ni siquiera lo que se les está haciendo.
Pero Reiki si necesita algo muy importante de tu parte: el deseo de estar bien. A simple vista, parece obvio que todo el mundo quiere estar bien. Pues ¡si y no!
Lo que ocurre muy a menudo es lo siguiente: Una persona con una dolencia crónica que lleva varios años con ella, se ha acostumbrado a ser y estar de cierta manera. Es casi como si nos hubiéramos acostumbrado a nuestro “estado de enfermo”.
Cuando empiezan a ocurrir cambios, una parte muy profunda de nosotros se siente aterrada. Nosotros lo llamamos nuestro ego. A nuestro ego no le gustan los cambios. Nuestro ego es feliz cuando todo está
exactamente igual, aunque signifique sentirse infeliz o incomodo por una dolencia. No importa, lo importante es que no cambiemos.
Como he comentado anteriormente, para encontrar la verdadera solución a una dolencia, tanto física como mental, casi siempre hay que cambiar nuestra manera de comportarnos. Reiki nos ayuda considerablemente en este proceso, de la forma mas suave y gradual posible, pero cambiar, ¡cambiamos!
A veces esos cambios nos asustan porque llevamos muchos años siendo de cierta manera y, como consecuencia, no mejoramos o dejamos el tratamiento a medias.
Tienes que plantearte una pregunta muy sencilla ¿Realmente quiero estar bien, y ser feliz, aunque suponga un cambio radical en mi vida? Si la respuesta es “si” Reiki te ayudará.
“Regalar tu poder”
Otro resultado de la vida moderna es nuestra tendencia a poner nuestros temas en manos de otros porque nos sentimos incapaces de solucionar los propios. ¿Un problema legal? Acudimos a un abogado. ¿El coche no funciona? Lo llevamos al mecánico. No digo que esté mal hecho, simplemente que hemos llegado a un estado de dependencia crónica para que otras personas nos “saquen las castañas del fuego”.
Esto es lo que significa “regalar tu poder”, en otras palabras, decir “yo no soy capaz de solucionar mis problemas, así que regalo mi poder a un experto en la materia”.
Reiki te da las herramientas para que tu mismo soluciones los problemas que tengas. Te da la energía y hasta la envía a donde mas la necesites. El proceso de sanación lo haces tú, recibiendo esa energía y empleándola. A lo mejor no lo haces de una forma consciente, pero tu “yo” profundo sabe lo que hay que hacer para sanarse y sentirse bien.
Por el mismo motivo, yo solo soy una canal. Nunca pienses “me está sanando tal persona” o “tal persona puede hacerme feliz”, porque no sería verdad. Te pueden ayudar, te pueden hablar y aconsejar y pueden canalizar la Energía Universal a donde mas lo necesites. Pero el verdadero trabajo lo haces tú, no otros.
Resumiendo….
Acabas de tomar el maravilloso camino de la felicidad y la armonía. Tienes que usar tus propios medios para caminar, aunque tengas literalmente toda la ayuda del mundo para hacerlo. Ese camino puede ser largo o corto, pero puedes llegar. Todo depende de tí y Reiki te sirve de apoyo. ¡Enhorabuena!
